Los Goya de este año van a dar de qué hablar, y es que, debido a la situación actual, la entrega de premios no se hará de forma presencial. Algo que han intentado evitar aunque ha sido muy necesario por las restricciones sanitarias. Aunque no habrá alfombra roja ni butacas llenas de caras conocidas, la gala de este año promete. Por sus presentadores, las actuaciones musicales y sobretodo, por el Goya de Honor.
Convertida en uno de los rostros más conocidos y queridos del panorama español, Ángela Molina recibirá el Goya de Honor en la que será la 35º edición de unos premios que estáran marcados por las medidas de prevención contra la Covid-19.
A pesar de las restricciones, la propia actriz ha confesado que serán unos premios «igual que los de siempre aunque no todos los que quieran estar, van a estar».
Reconociendo que no es de las que echa mucho la vista atrás para analizar los logros y fracasos de su carrera, Ángela recuerda a dos de los cineastas que han marcado su vida profesional: Luis Buuel y Pedro Almodóvar. «Los dos son absolutamente únicos, especiales y dejan una huella en mi memoria imposible de borrar. Son de una cercanía arrolladora, provocan en tí sentimientos de agradecimiento, son generosos y puros, como niños. Están enamorados de lo que hacen».
Consciente del complicado momento que atraviesa el mundo del cine debido a la gran crisis sanitaria que azota nuestro país, Ángela confía en que su profesión se «está salvando milagrosamente». A pesar de este duro bache para la industria y para los actores, Ángela sentencia: «El cine no morirá nunca».