No hay nada mejor que un bizcocho casero y jugoso que se pueda degustar recién horneado en casa. Esta es una delicia de la que pueden disfrutar las personas más golosas y con cierto talento para la repostería artesanal. Eso sí, en diversas ocasiones se da un impedimento importante: que el resultado quede demasiado seco y tosco. Si no tienes pillado el punto a la hora de conseguir que tu bizcocho quede realmente esponjoso a continuación te facilitamos unos cuántos trucos para solucionarlo ¡darás con la clave para conquistar todos los paladares!
4La harina
La harina es parte fundamental de la estructura básica de cualquier tipo de biscocho y también influirá en que el resultado resulte agradable y jugoso. La mejor harina para los bizcochos es la harina especial para repostería sin lugar a dudas.
Además, resulta especialmente importante que antes de utilizarla se pase por un colador para tamizarla y que quede más suelta. Si se añade la harina de golpe es posible que, además de grumos, el bizcocho no suba bien porque no consigue el aire necesario.