Carmen Maura vuelve a El Hormiguero para presentar su nuevo trabajo. Una serie llamada Deudas que ya se puede ver en Atresplayer Premium y que muy pronto se estrenará en abierto. Un relato que dice mucho de la vida de Maura, pues el director ha tenido «un guiño» que nos hace recordar los años más prósperos de la actriz. Aunque también algunas de sus tragedias que sin duda, quisiera olvidar. Desde mala suerte en el amor, hasta trabajar con quien no le hacía feliz y otros episodios que sin duda han perfilado el carácter de esta chica Almodóvar que nunca se ha sentido parte del exclusivo club del director. El mundo de la interpretación, sin embargo, sigue dándole alegrías y pese a tener ya 75 años, aun no piensa en retirarse. En Cotilleo, no hemos podido resistirnos y hemos hecho un recopilatorio de los momentos que han marcado su vida antes de poder volver a disfrutar de su gracia y buen humor frente a las hormigas Trancas y Barrancas.
2Los hombres que le dejaron en la miseria
> Carmen Maura no ha tenido suerte en el amor. Dos fueron los hombres que arruinaron una vida llena de felicidad. Su primer marido Francisco Forteza Pujol consiguió arrebatarle a sus hijos quedándose con la custodia e impidió que tuvieran contacto con su madre. Una etapa en la que sufrió muchísimo. Pero que consiguió sobrellevar como pudo. Decidió que cuando fueran más mayores ellos mismos erigirían si querían volver a verla. Ese momento llegó y no han vuelto a separarse. Xisco, abogado de profesión, murió de manera prematura a los 53 años.
Por otro lado, Antonio Moreno Rubio, pareja de la actriz durante más de una década, fue agraciado cuando esta le cedió poderes universales sobre sus bienes. «Es importante que las mujeres hagan lo que ellas quieran cuando ellas quieran hacerlo. He sido estafada por el señor con quien viví 13 años. Puede decirse que he sido muy ingenua, aunque uno cuando confía en alguien tanto como para convivir, ¿cómo no va a fiarse en todo lo demás?”, contaba en una entrevista a El País. Un hombre que la llevó a la ruina más absoluta pues tras su marcha le dejó una deuda de unos 170 millones de pesetas, lo cual ahora se traduce en un millón de euros. Veinte años ha tardado en saldarlas. «Otro hubiera huido para no pagar, pero con mi profesión… Cómo para esconderme» aseguraba para el diario El Mundo.
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