Hace más de veinte años que Anne Igartiburu entró por la puerta de Televisión Española para hacer historia. Se ha convertido en la presentadora mejor pagada de la cadena pública, y este privilegio le ha costado la enemistad con algunos de sus compañeros. La vida de esta estrella mediática no es tan idílica como parece, pues tiene que hacer frente a un trauma que le impide seguir avanzando. Recientemente, hemos conocido, gracias a la revista Lecturas, que se ha separado de su segundo marido. Lo cierto, es que su estabilidad sentimental siempre ha sido un misterio. La presentadora tiene una lista infinita de romances a sus espaldas: tenistas, toreros ¡Y alguien relacionado con la Casa Real! Anne Igartiburu lleva dos décadas analizando la vida de nuestros famosos, pero, ¿Por qué nunca ha querido hablar de la suya? Te contamos sus secretos más oscuros: miedos, obsesiones, defectos, ¡Y su escandaloso sueldo!
2“Mi madre falleció en un accidente aéreo mientras salvaba la vida de otros”
> La vida profesional de Anne Igartiburu es todo un ejemplo. Además de ser la presentadora mejor pagada de TVE, se ha convertido en uno de los rostros más queridos por el público. Esto se debe, en gran medida, a algunos de los episodios traumáticos a los que ha tenido que hacer frente. Hace un tiempo, confesó que su madre murió de una manera terrible: “era voluntaria de protección civil, y falleció en un accidente aéreo mientras salvaba la vida de otros. Ella y el resto de personas que iba en el helicóptero”. Los hechos ocurrieron cuando la presentadora tenía dieciséis años, y tuvo que ponerse al frente de su familia.
“Tuve que llevar la casa adelante con un padre desecho, porque se quedaba sin su compañera y un hermano pequeño”, confesó. La presentadora tuvo que ponerse en manos de psicólogos para superar este bache, y asegura que hoy en día le sigue pasando factura. “Llegué a escribir el nombre de mi madre en la lista de bodas”, admite bastante afectada. Igartiburu asegura que está muy presente en su vida y, en los momentos más importantes, como en el nacimiento de su hijo, la sigue echando mucho de menos. A pesar de sus dificultades para mirar la vida con optimismo, Anne ha conseguido formar una familia feliz. Tiene tres hijos, dos de ellos adoptados, y un marido con el que acaba de romper la relación.
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