Miguel Frigenti se ha convertido en uno de los rostros más habituales de Sálvame. Hace unos meses que llegó al programa de las tardes de Telecinco y, desde que puso un pie en el plató, eclipso el protagonismo de muchos de sus compañeros. Los directores han sabido premiarle con un puesto fijo, y no es para menos, pues es uno de los tertulianos que más información aporta. Sin embargo, su exceso de horas dentro de la pequeña pantalla le han generado un problema muy difícil de subsanar. Miguel Frigenti se ha despedido del anonimato para transformarse en la nueva oveja negra de la televisión. Tiene problemas con gran parte del equipo de Sálvame, se lleva mal con muchos famosos, y el público no soporta su atrevimiento. ¿Es el famoso más odiado de Telecinco?
3El equipo de Sálvame odia a Miguel Frigenti
> Miguel Frigenti ha recibido una noticia que podría hacer mucho daño a su vida económica. La empresa de joyas para la que trabaja Anabel Pantoja le ha advertido de que, si sigue hablando en ese tono, tendrá que demostrar sus acusaciones en los tribunales. El tertuliano podría estar a punto de recibir una demanda por difamaciones, y ninguno de sus compañeros van a dar la cara por él. Lo cierto, es que Frigenti no tiene buena relación con nadie del equipo. Únicamente está interesado en hacerse amigo de Belén Esteban, y no duda arremeter contra cualquiera que ofende a la princesa del pueblo. Uno de los colaboradores más duros con él es Rafa Mora. Está celoso del protagonismo que Miguel ha ganado en los últimos meses, e intenta por todos los medios desprestigiar las informaciones que trae al programa.
Kiko Matamoros tampoco tiene buena relación con Miguel, e incluso se burla de él en muchas ocasiones. Los presentadores no ponen mucho empeño por defenderlo pues Frigenti parece sentirse muy cómodo siendo el centro de todos los conflictos. Lydia Lozano y Gema López son las únicas que han dado la cara por él en alguna ocasión, pero tampoco consiguen terminar de empatizar con su compañero. Las redes sociales tienen claro cuál es el motivo. Gran parte de la audiencia piensa que Miguel tiene un afán de protagonismo, y su reto es ocupar el puesto de los grandes presentadores. Sin embargo, el tertuliano va a tener que seguir conformándose con su actual posición laboral, pues un ejército de famosos está dispuesto a no ponerle el camino fácil.
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