Kiko Rivera se ha convertido sin duda en el protagonista de los últimos días. Con su relación con Isabel Pantoja completamente rota, y lejos de mostrar su arrepentimiento porque, con sus últimas declaraciones, Hacienda ha abierto una investigación en torno a las finanzas de su madre, Kiko Rivera ha roto su silencio con una firme declaración de intenciones. Parece que su vida lejos de arreglarse, poco a poco se desmorona.
A través de su cuenta de Instagram y con una fotografía en la que, con gafas de ver y lanzando su característica gorra por los aires, Kiko ha confesado su intención de acabar con aquellos aspectos de su vida que ya no tienen sitio en ella, y cambiar radicalmente para convertirse en quién es en la actualidad.
Un padre de familia enamorado de su mujer, Irene Rosales, dispuesto a llegar hasta el final para que su madre – de quien deja claro que no quiere saber nada – le explique qué ha hecho con la cuantiosa herencia que recibió de su padre, Paquirri, y de la que solo queda una Cantora embargada por un importe superior al millón de euros que, según fuentes cercanas, Isabel Pantoja ha puesto a la venta.
«Cerrando círculos: No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia. Sino simplemente porque aquello ya no encaja en mi vida», comienza un misterioso Kiko, que se dice a sí mismo «cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo». En definitiva, y como el propio músico declara, «Deja de ser quien eras Y transfórmate en quien eres»
Sin duda, una reflexión que admite varias interpretaciones pero con la que Kiko deja, muy claro, que ya no es la persona que era y que para lograrlo ha tenido que romper con todo aquello que ya no encajaba con él. ¿Será una pullita hacia su madre que continúa ignorandole tras el ultimatúm que éste le lanzó? Parece que ni el dj quiere a su madre en su vida, ni Isabel Pantoja a él.