Elegir bien la lencería es importante para cuidar nuestros pechos
Cuando toca renovar sujetadores, nos encontramos con una variedad de modelos, colores, formas y tamaños que nos apabullan porque aunque todos son muy bonitos, no tenemos claro cuál elegir que tenga esa combinación perfecta entre estética y comodidad. Un error muy frecuente es no acertar con la talla correctamente. Más mujeres de las que puedes imaginar cometen el fallo de no saber exactamente cuál es su talla. Vamos a revelar algunos trucos para poder adivinar cuál escoger.
En primer lugar, la marca es una ayuda. Porque en sitios como sujetadores Gisela sabemos que vamos a acertar seguro. Es muy importante que el sujetador sea de calidad para que la inversión valga la pena, y por supuesto que sea a la vez contemporáneo y bonito.
Cómo detectar que la talla no es correcta
Si el sujetador deja marca, los tirantes se caen, el aro se clava, o la copa va demasiado suelta, es que esa talla no es la tuya. Sobre todo cuando adelgazas o engordas, el contorno varía y puede dar lugar a este tipo de situaciones. También la edad inevitablemente cambia nuestra morfología.
La solución es tan simple como medirnos en casa con una cinta métrica, colocando la cinta métrica por debajo de los senos, cerca de donde iría el sujetador. Y posteriormente realizar la misma operación pero a la altura del pezón. Pues bien, esa segunda cifra es la talla; y a esa cifra hay que restar la primera. Si la diferencia es menor a 12cm. tu copa es la A, entre 12 y 15 cm. es la copa B, hasta 18 cm. copa C, y por encima sería la D.
Una vez que tenemos clara la talla, hay que saber elegir modelo. Del mismo modo en que cuando hacemos ejercicio tenemos claro que hay que usar un sujetador deportivo, hay que saber que para el resto de ocasiones también hay un modelo que es el acertado.
Para la actividad del día a día lo ideal es un sujetador de algodón ya que transpira mejor que el tejido sintético. Porque lo importante, además de dar soporte, es lograr la comodidad. Si se tiene una copa A o B, podemos permitirnos mirar más que sea un sujetador bonito, pero si la copa es C o D el sujetador ha de tener algo más que una función decorativa.
Los modelos push-up
Están principalmente diseñados para quienes tienen una talla 85 porque es el mejor aliado para estas mujeres que no han pasado por el quirófano.
Para un pecho estándar (talla 90 o 95), el sujetador debería tener foam para estilizar y dar mejor forma. No hay que confundir con el relleno, que es más una cuestión de gustos. El foam tiene menos grosor y su objetivo no es aparentar una talla más como es el caso del relleno sino redondear el pecho en su forma perfecta.
Cuando la talla es superior a la 95, lo más importante es la sujeción. Un pecho grande puede crear problemas de espalda si no se lleva siempre sujeto correctamente. Para estas mujeres también hay unos grandes aliados, que son los sujetadores reductores. Suelen dar la sensación de tener dos tallas menos visualmente mientras redondean los senos de una forma natural.
Qué hacer con el pecho caído
En este caso la mejor opción es un sujetador que tenga aros. Independientemente de la talla que se tenga, son la selección ideal. Dan sensación de firmeza y aportan sujeción y comodidad. Los escotes ganan mucho cuando se lleva un sujetador con aros.