La infanta Elena está avergonzada y mucho. Después de obtener el tercer grado penitenciario, Iñaki Urdangarin celebraba su ansiada ‘semilibertad’ en compañía de la familia. Así estuvo con su mujer, la Infanta Cristina, y de alguno de sus hijos, en la casa que la Infanta Elena tiene en el madrileño barrio de Retiro. Un discreto reencuentro familiar al que no habrían faltado Froilán, Victoria Federica y el novio de ésta, Jorge Bárcenas, según aseguran diversas fuentes. Suponemos que habrán estado por turnos ya que no se pueden reunir más de 6 personas por la COVID.
Y es que nada tendría de especial esta celebración si no fuese porque, a causa de la tercera ola de la pandemia, se han prohibido las reuniones en domicilios de más de seis personas no convivientes. Así, sin pretenderlo, las hijas del Rey Juan Carlos habrían incumplido las medidas restrictivas contra el Covid para sorprender a Urdangarin tras la obtención del tercer grado penitenciario.
Una información sobre la que, sin embargo, no se ha pronunciado todavía ninguno de los supuestos implicados en esta celebración familiar. Ante esta pregunta la Infanta Elena. La hija mayor del rey Juan Carlos ha querido evitar responder a sí es cierto que en su casa se reunieron, en este reencuentro con el marido de su hermana, 7 personas de varios núcleos familiares distintos. ¿La respuesta de la Duquesa de Lugo? Un acelerón del coche y una mirada que no deja lugar a dudas y que habla por sí misma, desmintiendo sin necesidad de palabras que hayan incumplido, en su domicilio, las medidas anticovid.