Kiko Rivera se ha enfrentado a la entrevista más complicada de su vida pública. El hijo de la tonadillera está dispuesto a todo para ganarse el favor del público, y se ha sentado en Domingo deluxe para continuar destripando a su familia. La peor parada ha sido Isabel Pantoja, quien no logra recuperarse del dolor que siente al ver a Kiko vendiendo sus intimidades al mejor postor. El pequeño del alma ha estado muy nervioso durante toda su intervención. Pero, su estado de ánimo, no le ha impedido seguir bombardeando la reputación de la artista. Horas antes de ser entrevistado por Jorge Javier Vázquez, ha compartido una fotografía en su Instagram con un mensaje muy revelador, ¿Quieren conocer de qué se trata? Te contamos la última hora de la batalla mediática de los Pantoja.
2“Mi madre ponía a sus fanáticas a trabajar en Cantora”
> Kiko Rivera ha empezado su entrevista en Domingo deluxe con una extraña petición. Le ha propuesto a su madre entrar en directo, por teléfono, para mantener delante de los espectadores la conversación que tienen pendiente. “Mejor que la escuche todo el mundo, porque con lo mentirosa que es luego no me van a creer a mí”, comentaba en un tono muy despectivo. Ha aprovechado para echarle en cara el gesto tan feo que tuvo al retirarle el coche que le regaló en uno de sus cumpleaños. Pero, según él, estaba dispuesto a solucionar el problema si se atrevía a dar la cara. La condición era que Isabel participara en el programa. Sin embargo, sus polémicas declaraciones, han hecho que la tonadillera no cumpla con las condiciones de su pequeño del alma.
“Lo mío con mi madre no tiene solución. Primero necesito una explicación, y luego ya veremos”, comentaba muy enfadado después de que la cantante no entrara en su juego. Kiko Rivera ha decidido vengarse de la tonadillera revelando uno de sus mayores secretos: “Mi madre ponía a sus fanáticas a trabajar en Cantora”. De esta forma, el pequeño del alma, ha confirmado un rumor que lleva mucho tiempo circulando en la prensa del corazón. Según él, el tío Agustín, trataba a los fans de Isabel como si fueran trabajadores, e incluso, les pedía que les rellenase las botellas de agua. “He tenido que pedir perdón a mucha gente que ha pasado por allí”, aseguró.
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