Después de que Kiko Matamoros concediera hace una semana una de las entrevistas más duras de su vida, en la cuál además de confesarse como cocainómano, también llegaba a insinuar que fue víctima de un intento de asesinato, se le acaba de abrir un nuevo frente.
Si bien el colaborador de Sálvame colecciona más detractores que adeptos, además de su pública guerra con su ex mujer Makoke, su hijo Javier Tudela y el padre de éste, ahora parece que otro de sus enemigos ha decidido resurgir de entre las sombras para hacerle la vida imposible, nada más y nada menos que su propio hermano, Coto Matamoros.
3Coto Matamoros vuelve a la carga dispuesto a hundir a su hermano
> Y si bien hace tiempo que no sabíamos nada de Coto Matamoros, el cuál había permanecido alejado de los medios, el ex colaborador televisivo sí que ha seguido lanzando pullitas a su hermano Kiko a través de redes, tal y como te contábamos hace unos meses.
Pero, parece que tras las duras declaraciones que el tertuliano ha hecho en el Deluxe, Coto no ha querido quedarse de brazos cruzados y ha ido a por todas en una entrevista concedida al periódico La Razón. Y es que ha vuelto dispuesto a destruir a su hermano de una vez por todas. «Se ha tirado 20 años negando que se drogaba, me descalificaba por ser drogadicto y ahora dice que es cocainómano desde los 15 años para llamar drogadicta a Makoke. Es el tipo mas ruin que pisa la tierra», ha declarado bastante molesto.
Y no se quedaba corto a la hora de tildarlo también de degenerado y matón. «Es un degenerado y en la entrevista hubiera pagado por matar a Makoke. Ha llegado al límite de la obscenidad y ha demostrado una miseria estratosférica, un matonismo con su mujer y una suciedad infinita. Ha perdido la poca dignidad que le quedaba».
Y es que el odio de Coto a su hermano Kiko viene de lejos, sobre todo desde que en 2012 éste no dudara en acusarle de tráfico de drogas, un hecho que le terminó llevando a la cárcel y que no le perdona. Y es que a día de hoy, Coto sigue sin ver una posible solución en el conflicto con su hermano. «No me planteo un acercamiento con él. Si yo fuese justo le tendría que haber metido veinte o treinta querellas criminales», zanjaba.