Shaila Dúrcal siempre ha sido de las que ha preferido mantener su vida en privado. Sin embargo, hay ciertos aspectos sobre los que ha querido sincerarse. Aunque, eso no quita que la gente especule sobre el accidente que sufrió en 2018 o su más que notable subida de peso. ¿Cuál es la verdad?
Los rumores son muchos y no dejan de acompañarla, además de que es más que notable que todavía no ha logrado superar el fallecimiento de sus padres, Rocío Dúrcal y Junior. Sin embargo, y por suerte, cuenta el amor de su marido Dorio y la hija de éste, Aitana. Además, también tiene muy buena relación con sus hermanos, Carmen y Antonio, que la han apoyado en todo momento.
2Su gran cambio físico: «Más de 20 kilos»
> El accidente, además de suponer un gran trauma y la amputación de parte de uno de sus dedos, le dejó secuelas psicológicas, emocionales y también físicas, ya que reaparecía después con una notable subida de peso. Todo debido a la medicación que debía tomar para los dolores, a lo que se sumaria un problema de tiroides y también el haber dejado el tabaco.
«Desde entonces he engordado veinte kilos», confesaba, aunque parece que sus problemas con el peso vienen de lejos. «Toda mi vida he batallado con eso, hoy por hoy también, pero voy aprendiendo, porque de adulto ya entiendes por dónde van los tiros». Y es que parece que todo comenzaba en el colegio. «Tengo buenos recuerdos del colegio, pero sufrí bullying porque siempre tuve problemas de peso y se metían mucho con eso. Es una época muy difícil para las mujeres, mis padres viajaban mucho…»
Sin embargo, parece que a día de de hoy ella se acepta con total naturalidad. «Estoy redondita, pero no importa. Muy sana». Hace unos años, lo cierto es que Shaila se convertía en noticia por todo lo contrario, ya que su extrema delgadez era bastante alarmante. «Llegó un momento en que tenía la cara muy flaquita, no comía; es importante darse cuenta y cambiar de actitud».
Y, en una ocasión, durante una entrevista concedida a unos medios mexicanos, incluso se pronunciaba sobre cómo los trastornos alimenticios habían afectado a su vida. «Cuando era pequeña, y tenía 14 o 15 años y pesaba 77 kilos, pues no sabia como manejarlo. Y, respecto a que estoy muy flaca, hago mucho deporte y ejercicio, pero como muchísimo la verdad. Además, tengo amigos que tienen anorexia y es un tema muy sensible para mi. Gracias a dios yo no tengo nada de eso y nunca he bajado más de 56 kilos».
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