La fachada del chef Jordi Cruz aparenta ser dura, inquebrantable, de hierro forjado. Sus problemas en cocinas, con otros chefs, o en la exigencia que demuestra en su trabajo, le han llevado a dar una sensación que en el fondo no le corresponde. Un lado romántico y muy personal poco a poco se descubre. Nada es lo que parece cuando pensamos en Jordi Cruz. Empeñado en ser un ejemplo para quien venga detrás lleva por bandera una coraza, en ocasiones, muy difícil de descifrar. Quienes mejor le conocen aseguran que es una grandísima persona, sin embargo, muchas polémicas han girado entorno a su persona, las cuales perjudican dicha estima. En este artículo nos encargamos de desgranar muchas de sus inquietudes y desvelar su lado más desconocido. Sigue leyendo y no te pierdas nada.