Cauta y discreta como suele acostumbrar, Irene Rosales ha vuelto a adoptar el perfil bajo que le caracterizó en los inicios de su relación con Kiko Rivera. Muchas son las críticas que le han llovido a la ahora colaboradora televisiva sobre su implicación en el desencuentro que protagoniza su marido con Isabel Pantoja desde hace unos meses debido a la herencia de Paquirri. Por esto ahora Irene ha optado por la prudencia.
Cumpliendo con sus obligaciones profesionales, Irene se trasladó en un viaje relámpago a Madrid para colaborar en el programa que trabaja, ‘Viva la vida’, y emprender la vuelta a su hogar en Sevilla horas después. Fue en ese momento cuando pudimos preguntarle por la vuelta de su suegra a los escenarios, así como el posible exilio que emprendería Isabel Pantoja a México en un futuro. Dos cuestiones que afectarían sin duda a su vida, y a la de sus hijas, Ana y Carlota, como a la de su marido, y sobre las que Irene tiene que sopesar qué decir públicamente. Mientras tanto, opta por guardar un sensato silencio que la mantenga alejada de interpretaciones erróneas.