La reacción de Irene Rosales ante la demanda de Ramón Calderón a su pareja Kiko Rivera, ha sido de lo mas inesperada.
Ramón Calderón ha demandado a Kiko Rivera después de que éste le llamase «sinvergüenza» y le acusase de haber montado una «trama» con Isabel Pantoja para perjudicar sus intereses tras el reparto de la herencia de Paquirri, en el que el abogado acudió como representante legal del Dj, por entonces tan sólo un niño de tres años. Unas acusaciones que, indignado, el expresidente del Real Madrid negaba, amenazando al hijo de la tonadillera con emprender acciones judiciales si no se retractaba públicamente de sus declaraciones.
Sin embargo, Kiko no rectificó sus palabras sobre él y, tras mes y medio, Calderón ha demandado al artista por injurias e intromisión al honor. Un nuevo problema legal para el Dj, que todavía no se ha pronunciado tras la confirmación de la demanda por parte del abogado, que además ha confesado que le duele tomar esta decisión por su amistad con Paquirri, pero que no le ha quedado otro remedio ante la negativa del músico a retractarse públicamente de sus manifestaciones durante Cantora: la herencia envenenada.
A quien sí hemos podido preguntar sobre este nuevo varapalo ha sido a Irene Rosales. Muy seria, pero bastante tranquila viendo la que se le viene encima a su marido, la colaboradora de Viva la vida salía de su casa en Castilleja de la Cuesta sin querer hacer declaraciones sobre la demanda de Ramón Calderón, que no sabemos si Kiko imaginaba o esperaba. Mostrándose muy tranquila respecto a las últimas noticias, la sevillana ha mantenido silencio, ignorando las preguntas de la prensa sobre cómo se han tomado el DJ y ella este nuevo juicio.