Iñaki Urdangarín ha tenido un bonito regalo de cumpleaños. Este 15 de enero cumple 53 años con un regalazo de por medio. El marido de la infanta Cristina ingresaba en la tarde de este miércoles 13 de enero en el Centro de Reinserción Social Melchor Rodríguez García, situado en Alcalá de Henares (Madrid).
Iñaki Urdangarin comenzaba este 13 de enero una nueva aventura penitenciaria. Ya le queda menos para ver la luz al final del túnel y eso es todo un regalo y más en el centro al que le han destinado. De la misma manera que vimos entrar a Mario Conde en la prisión de Alcalá Meco, así se ha visto entrar este 13 de enero a Iñaki Urdangarin. Esbozando una ligera sonrisa, el marido de la infanta Cristina entraba sin mediar palabra. Muy y mucho tiene que estar sorprendido con todo lo que ha salido de su suegro el rey Juan Carlos. ¿Cuánto guardará él?
Su nueva vida ha creado, como desde que se conociera su imputación, un gran revuelo.
4El ‘duque’ Urdangarin puede vivir sin miedo porque le han mandado al ‘cole’
> En cuanto al miedo del trato con los presos y de cómo puede ser recibido, Iñaki Urdangarin no debe tener ningún miedo. «El CIS es como un colegio. Es completamente nuevo porque no lleva hecho muchos años«, nos explican a esta redacción. «Los internos que están allí son personas que tienen el tercer grado… que ya salen a la calle. Son gente que tienen trabajo o que están en talleres, o salen a hacer entrevistas de trabajo. Y cuando terminan de hacer sus cosas durante el día regresan al centro. No hay nada de agresividad, porque son gente que prácticamente viven en la calle«.
«Hay magníficos profesionales. Hay muchos talleres para que la gente que no tiene muchas opciones puedan salir preparados. Si alguno no puede salir pueden realizar esos talleres», comenta esta fuente.
«Es un centro muy, muy amable. Nada agresivo, sin barrotes, ni galerías. No, no, nada de eso. Es un sitio para acoger a gente que está a las puertas de la calle«, explican a esta redacción.
Presuponen que: «Por su estabilidad y entorno social y familiar, estará seguramente más tiempo fuera que dentro». «Va a estar muy, muy bien. No es un centro como Madrid 2, que es la prisión que está enfrente. Allí hay más gente conflictiva. Están en galerías de 70 internos, con mucho más control, con barrotes por si rápidamente hay que aislar zonas, si se producen conflictos».
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