Iñaki Urdangarín ha tenido un bonito regalo de cumpleaños. Este 15 de enero cumple 53 años con un regalazo de por medio. El marido de la infanta Cristina ingresaba en la tarde de este miércoles 13 de enero en el Centro de Reinserción Social Melchor Rodríguez García, situado en Alcalá de Henares (Madrid).
Iñaki Urdangarin comenzaba este 13 de enero una nueva aventura penitenciaria. Ya le queda menos para ver la luz al final del túnel y eso es todo un regalo y más en el centro al que le han destinado. De la misma manera que vimos entrar a Mario Conde en la prisión de Alcalá Meco, así se ha visto entrar este 13 de enero a Iñaki Urdangarin. Esbozando una ligera sonrisa, el marido de la infanta Cristina entraba sin mediar palabra. Muy y mucho tiene que estar sorprendido con todo lo que ha salido de su suegro el rey Juan Carlos. ¿Cuánto guardará él?
Su nueva vida ha creado, como desde que se conociera su imputación, un gran revuelo.
2Iñaki Urdangarin vive con mucho miedo el Centro de Inserción Social
> Iñaki Urdangarin comenzaba este 13 de enero una nueva aventura penitenciaria. Ya le queda menos para ver la luz al final del túnel. Tras dos años y casi 7 meses (el 18 de enero se cumplirían los 7 meses), Urdangarin cerraba su etapa en la prisión de Brieva. De aquí hasta que cumpla toda la condena estará en este centro de la Comunidad de Madrid.
Según revelaba este 14 de enero Juan Luis Galiacho en su diario El cierre digital, el que fuera duque de Palma está muy intranquilo. Y es que según ha podido saber El cierre digital este primer paso hacia su libertad entraña cierta preocupación, incertidumbre y nerviosismo, por la seguridad personal del exduque de Palma y su acercamiento a otros presos.
«Estoy preocupado y nervioso por lo que me voy a encontrar en el nuevo centro. No sé cómo voy a reaccionar ni cómo me van a admitir los otros reclusos. Soy quien soy. Y no sé si alguien tendrá animadversión hacia mi persona o si grabarán mis movimientos o lo que diga dentro del centro. Estoy nervioso y preocupado, esa es la verdad«, se confesaba Iñaki Urdangarin a un amigo suyo estas pasadas navidades. De la misma manera se lo hacías saber a su entorno más cercano.
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