Después de nada más y nada menos que 23 largos años de matrimonio y tres hijos en común, Susanna Griso y Carles Torras se divorcian. Una vida discreta como familia alejada de las cámaras que ahora acapara toda la atención. Tras asegurar que solo se estaban dando un tiempo, un pequeño paréntesis en la relación todo hacía presagiar que este parón no llegaría a buen puerto. Una meditada decisión, que sin duda, tarde o temprano, todos sabíamos que ocurriría. Ahora, toca separar todo lo que algún día compartieron. Una arriesgada determinación que según cómo la tomen sus protagonistas beneficiará más a uno que a otro y algo nos dice que si Susanna no toma cartas en el asunto podría salir muy mal parada. ¿Sabrá la presentadora de Espejo Público jugar su baza?
2Todo lo que les separaba, el motivo real de su huida
> Según las informaciones a las que ha podido acceder la revista Semana el motivo real que ha provocado su separación podría haber sido el mero desgaste de la larga relación que mantenían desde hace más de dos décadas. Un divorcio de mutuo acuerdo en el que ambos tenían que lidiar diariamente con las ideas contrarias y maneras distintas de ver la vida del otro, lo cual provocaba asiduos altercados dialécticos en el hogar.
Él, muy afín al independentismo catalán, suele utilizar las redes sociales para mandar mensajes contra España. Ella defiende todo lo contrario desde su programa. Un desgaste que según se apunta también ha estado, en parte, causado por las discusiones políticas que mantenían. Ella misma llegaba a explicar en una de sus visitas a El Hormiguero que al principio su relación fue un tanto extraña: «no había ni un solo punto de coincidencia en nuestras vidas», decía entonces.
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