Nuria Marín no atraviesa por su mejor momento. En 2013 se posicionó como una de las presentadoras estrellas de Mediaset. Pero, desde que terminó la emisión de Cazamariposas, programa que le catapultó a primera línea mediática, la cadena no ha vuelto a encontrar un proyecto para ella. Telecinco parece burlarse de la periodista mientras le da trabajos de segunda que están a la sombra de sus grandes rivales. Además, Nuria Marín tiene que hacer frente a un poderoso enemigo que le complica mucho su situación laboral, ¿Quieren saber de quien se trata? Recientemente, ha confesado que necesita recibir ayuda psicológica para asimilar esta difícil situación. ¿Qué le ha llevado a tomar este paso tan delicado? Te contamos todos los detalles del infierno que está viviendo y los motivos que le han hecho perder la cabeza.
3Una periodista humillada por su propia empresa
> Nuria Marín no ha parado de trabajar en Mediaset desde que presentó y dirigió Cazamariposas en 2013. Sin embargo, una vez terminó el programa, la cadena no ha encontrado un hueco para ella. En alguna ocasión ha ejercido de presentadora sustituta en Sálvame o Socialité. Pero, Telecinco parece haber perdido la confianza en la periodista desde que fracasó al frente de La habitación del pánico. Fue su primer programa desde que cancelaron la emisión de Cazamariposas, y el público no recibió bien el cambio. Los índices de audiencia fueron demasiado bajos y, poco después del estreno, los responsables del formato decidieron eliminarlo de la parrilla televisiva. A partir de entonces, Telecinco parece que se ha estado burlando de ella.
El último trabajo importante para Nuria Marín ha sido copresentar con Jorge Javier Vázquez La última cena. Sin embargo, lo que se presentó como una nueva oportunidad laboral para recuperar su prestigio, se ha terminado convirtiendo en su propia tumba mediática. Los responsables del programa la obligaron a que desempeñara sus funciones profesionales desde el cuarto de baño de los estudios de Mediaset. Mientras el resto de sus compañeros estaban en plató, Nuria tenía que trabajar en unas condiciones bastante ridículas. En ningún momento pareció afectada, y nunca perdió su simpatía. Pero, después de confesar su drama psicológico, muchos medios se han compadecido de su situación. “Voy al psicólogo por el estrés en el trabajo o para gestionar mis emociones”, ha confesado. No es de extrañar que su situación laboral le haya generado un problema. Y más, teniendo en cuenta que tiene debe a hacer frente a una poderosa enemiga.
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