Kiko Matamoros se derrumba al revivir su infierno con la adicción

> «Soy un chico que se crió mitad en casa, mitad en la calle. No fue fácil para mi generación decirle que no a las drogas. Suponía transgredir el orden: decir que no a los consejos de tu padre, de los curas…», confesaba Kiko Matamoros hace unos años, y lo cierto es que todo el tiempo que pasó luchando contra la adicción le ha terminado pasando factura, tal y como revelaba en 2011. Y es que el colaborador hacía público que sufría secuelas debido al consumo de sustancias. En concreto, glaucoma, una dolencia que le afecta a la vista y que puede provocar ceguera.

«Tenía la tensión ocular disparadísima. La tenía en 54 cuando lo normal es moverse en el 12 o 14. Es una enfermedad que afecta al nervio óptico, se van muriendo las terminaciones del nervio hasta que, evidentemente, te quedas ciego», contaba en Sálvame.

Sin embargo, fue en 2012 cuando saltaba la bomba, y es que Coto Matamoros, hermano de Kiko, llegaba incluso a acusar al colaborador de tráfico de drogas: «Para que ese momento sucediera, tuvo que ir primero Kiko a Bolivia a comprarla (la droga) poner el dinero, luego uno que vino de Brasil, que no se atrevió y luego el que me amenazó (…) El cerebro y el socio ponedor de la cocaína fue él. Yo fui el tonto a las tres que pasó la cocaína. Lo hice porque le quería. Ahora ya no le quiero. Es un absoluto psicópata».

Además, incluso la propia Belén Esteban no ha dudado en señalar en más de una ocasión que Matamoros consumía ciertas sustancias. «Tú la tienes más grandes que yo (la nariz)», le llegaba a decir en pleno directo.

Y, Lucía Pariente, madre De Alba Carrillo le echaba más leña al fuego apuntando que a la entonces pareja de Kiko, Makoke, se la conocía como ‘Macoca’. Eso, tras un episodio que había vivido en el Starlite de Marbella con la pareja. Unas acusaciones de las que Matamoros siempre se ha defendido, aunque nadie sabe la verdad que hay detrás.

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