La vida de Isabel Pantoja era muy tranquila antes de llegar Irene Rosales, la mujer de su hijo Kiko Rivera. Aunque su nuera le haya dado unos nietos maravillosos a los cuales hemos sabido que pocas veces acude a visitar o haya ayudado a su hijo a abandonar un mundo del que difícilmente hubiera podido salir solo como el de los estupefacientes. Para ella no es suficiente, ya que solo le ha traído desgracias y penurias. Kiko ha abierto los ojos y se ha dado cuenta de cómo es su madre en realidad. Un mundo nuevo se abre para este Rivera que no está dispuesto a que nadie más lee ningunee.