Eva González no pasa por su mejor momento. A pesar de que en el terreno profesional ha conseguido labrarse una consagrada reputación como presentadora, su vida personal está repleta de desgracias. Durante el 2020, ha tenido que hacer frente a la aparición de una supuesta amante de Cayetano que puso en peligro su matrimonio. Además, ha sido tachada de imprudente por el comportamiento que ha tenido durante la pandemia. Por todo ello, estaba deseando despedir el año y empezar una nueva etapa. Sin embargo, hay algo que le ha impedido sonreír ante la llegada del 2021. ¿Quieren saber de qué se trata? Te contamos todos los problemas que está teniendo Eva González, y el trauma que arrastra desde hace un tiempo.
4La modelo es incapaz de olvidar a su padre fallecido
> Eva González está acostumbrada a seducir a la audiencia con una indiscutible amabilidad y simpatía que la han posicionado como una de las presentadoras más competentes del mercado. El público tiene una imagen idílica de ella, y lo cierto es que no se equivocan. Muchas de sus amistades, han confirmado que Eva González se muestra en la pequeña pantalla tal y como es. Y, lo cierto, es que lo poco que conocemos sobre su vida hace confirmar esta teoría. Desde que falleció su padre en 2013, Manuel González, Eva no se ha separado de su madre ni un momento.
A pesar de que su trabajo en los medios de comunicación, le restan mucho tiempo a su vida privada, la presentadora jamás ha consentido que su madre se sintiera sola. Este comportamiento, hace pensar que es una mujer muy fuerte, pero ella también necesita mucho ánimo desde el terrible fallecimiento. Eva González tuvo que dejar a medias la grabación de uno de sus programas, concretamente Masterchef en TVE, para darle el último adiós a su padre. Desde entonces, públicamente se ha mostrado afectada por la tragedia en varias ocasiones. “Desde que perdí a mi padre, las Navidades inevitablemente se vuelven un poco oscuras”, comentó en 2019. Y es que, la presentadora no olvida que su padre no pudo verla vestida de blanco, ni tampoco llegó a tiempo de conocer a su nieto, Cayetano. Un niño que hoy conocemos mejor gracias a la generosidad de su madre. Pero, ¿se terminará arrepintiendo de haber publicado una fotografía suya?