Eva González no pasa por su mejor momento. A pesar de que en el terreno profesional ha conseguido labrarse una consagrada reputación como presentadora, su vida personal está repleta de desgracias. Durante el 2020, ha tenido que hacer frente a la aparición de una supuesta amante de Cayetano que puso en peligro su matrimonio. Además, ha sido tachada de imprudente por el comportamiento que ha tenido durante la pandemia. Por todo ello, estaba deseando despedir el año y empezar una nueva etapa. Sin embargo, hay algo que le ha impedido sonreír ante la llegada del 2021. ¿Quieren saber de qué se trata? Te contamos todos los problemas que está teniendo Eva González, y el trauma que arrastra desde hace un tiempo.
2El público se echa encima de la presentadora por abrazar a su madre
> A pesar de que Eva González es uno de los personajes más cotizados por la crónica social, siempre se ha mostrado muy hermética en lo que a su vida privada se refiere. Poco a poco, ha ido teniendo una exposición mediática que la han colocado en una posición muy incómoda. La presentadora está muy centrada en su trabajo y en su familia, pero, es inevitable que, siendo protagonista de muchos programas de corazón, los periodistas analicen al detalle todos sus pasos. Este estricto examen le costó un gran disgusto durante la pandemia. Eva González tiene una estupenda relación con su madre, Encarni. Durante el confinamiento, le dedicó unas tiernas palabras que emocionaron a todo el público: “la mujer a la que volver siempre. La mejor madre, la mejor abuela, la más fuerte y la más graciosa”, escribió en su cuenta de Instagram.
Sus seguidores se mostraron muy interesados en conocer más sobre esta tierna relación. Así que, pidieron que la presentadora publicara más contenido sobre Encarni. De esta forma, cuando el gobierno autorizó la libertad de movimiento, Eva González fue a Sevilla a visitar a su madre, y quiso compartir el momento con su público. Pero, lejos de lo que ella esperaba, recibió una auténtica avalancha de críticas que le costó un gran disgusto. A la gente no le sentó bien que no respetase la distancia de seguridad, y que pusiera en peligro a Encarni al darle un abrazo. “Dijeron que podíamos ver a nuestros familiares, pero con dos metros de separación. Así nos va”, comentó uno de los usuarios de su Instagram. Este acontecimiento causó un auténtico revuelo en la prensa. Muchos periodistas se unieron a las críticas de las redes sociales, y llevaron a las páginas de sus revistas el irresponsable comportamiento de la presentadora. Desde entonces, ha sido aún más reservada con su privacidad. Teniendo en cuenta el gran disgusto que se llevó, a todos nos ha sorprendido mucho que haya querido empezar el año rompiendo su norma sagrada.
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