Natalia Rodríguez, la benjamina de la primera edición de Operación Triunfo, acaba el año llorando por amor. El año 2020 ha estado lleno de buenas y malas noticias, pero la peor ha llegado hace unas días y ha dejado a todos sus fans muy sorprendidos. La cantante acaba de confesar, rota de dolor, que ha roto con el futbolista Álex Pérez, con quien llevaba 13 años de relación
La gaditana ha utilizado sus redes para informar a sus seguidores de la triste noticia. A través de su cuenta de Instagram y con una fotografía suya de espaldas, ha escrito:»Mi canción favorita decía «nada es para siempre….» y no lo quería creer. Empezamos muy jóvenes, maduramos juntos , nos enfrentamos a momentos buenos y malos, disfrutamos muchísimo, recorrimos medio mundo juntos y nos quisimos a más no poder,pero la vida es así y después de 13 años, nuestros caminos se han separado», ha comenzado diciendo la artista, que, pese a encontrarse rota de dolor, ha demostrado una vez más su fuerza. «Empiezo un nuevo camino sin rencor, empiezo a conocerme de otra manera y a ser fuerte, pero todo muy poquito a poquito ya que esta* siendo difícil y duele. Siempre estará en algu*n rinconcito de mi corazón por todo lo que vivimos. Toca seguir adelante», ha confesado.
Sin desvelar más detalles de la ruptura ni confesar quién tomó esta durísima decisión después de media vida juntos, Natalia se refugia ahora en su familia y en su Cádiz natal para superar este golpe del que, sin duda, saldrá reforzada.
Chenoa, íntima amiga de la artista desde que se conocieron hace dos décadas en «Operación Triunfo», ha sido de las primeras en mostrar su apoyo a Natalia con un sincero «te agarro fuerte de la mano, como hice hace 20 años. Te quiero».
Igual de cariñosa ha estado con ella, su otra compañera, Nuria Fergó, otra de las personas más cercanas a la gaditana, no ha dudado en darle un sabio consejo: «El tiempo cura, quiérete mucho y visualiza todo lo bueno que te espera. Nuevas experiencias. Te lo mereces.Te quiero«.
Seguro que estas palabras de aliento de sus amigas le reconfortan, pero mientras Natalia se hunde en un dolor que ni ella misma podía imaginar.