Tamara Gorro está viviendo el que sin duda será el peor año de su vida. Su marido, el futbolista Ezequiel Garay sin equipo donde jugar, lesionado y operado, el ingreso en el hospital de su hijo Antonio y otra operación de la propia Tamara. A todo ello se le une ahora una nueva preocupación, esta vez por su abuela que está enferma, también ha sido operada y no ha podido ir a visitarla por la crisis sanitaria. Aún así, Tamara no pierde la esperanza, y se muestra igual de positiva que siempre: “Estoy tristona pero nunca perdiendo la sonrisa porque así se ganan muchas batallas”.
3Paraliza el proceso de adopción del que sería su tercer hijo
> Tamara Gorro y su marido Ezequiel Garay, estaban dispuestos a ampliar la familia adoptando al que habría sido el tercer hijo de la pareja. Al principio, y por ser una situación dura para la familia, no dio ningún detalle sobre el proceso y el por qué se había paralizado este. Sin embargo, ha terminado contándolo en una entrevista para Divinity.
La adopción estaba muy avanzada, pero cortaron de raíz el asunto al ver cosas que no les encajaban y que se tornaban un tanto extrañas. «Estábamos cerca de ir a conocer al niño, porque iba a ser niño, pero una semana previa nos solicitaron un dinero y, como no se nos justificaba, decidimos no acceder«, explicaba. «A mí esas cosas raras no. Si ya estás haciendo algo raro, cuidado, cuidado… Y no era en España, eh», finalizaba contando la modelo. Aún así sigue sin perder la sonrisa, y disfruta con sus otros dos pequeños, con la idea por ahora de zanjar el tema de aumentar la familia.
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