En la vida de Los Morancos, el dúo humorístico formado por Jorge y César Cadaval no todo son buenos momentos, muchos no producen las carcajadas habituales a las que nos tienen acostumbrados. Más de cuarenta años haciéndonos reír dan para mucho, también para pasar algunas tragedias y algún que otro bachecillo. Aun así ellos nunca han perdido la sonrisa, se han enfrentado ante las adversidades y la esperanza aún perdura en su interior. Repasamos los momentos más dolorosos por los que han tenido que pasar los hermanos Cadaval. Sigue leyendo y no te pierdas nada, te lo contamos todo a continuación.
3Su vida, una tragicomedia: el adiós a sus padres
> Ambos, sufrieron la pérdida de sus padres con mucho dolor, sin embargo, lo cuentan con una sonrisa en la cara recordando momentos que pese a lo trágico de la situación supieron sacar cierto humor de alguna manera. Así cuentan siempre en televisión cómo fue el entierro de su padre, el cual, fue un tanto pintoresco. El día que le metieron en el ataúd, pensaron que la mejor vestimenta para despedirle eran unos vaqueros que le habían comprado en Nueva York, y que le encantaban. Se disponían a subírselos cuando su padre, ya fallecido, se tiro un pedo. El olor era tal que tuvieron que echar varios toques de colonia para que en la despedida de su padre no se notara nada. Aún así, lo sufrieron como los que más y le recuerdan como un hombre muy querido ya que todo el mundo acudió a su velatorio.
Al hablar de su madre, Jorge, el mayor de los hermanos se derrumba: «Mi madre para mí era maravillosa en todos los sentidos. Era amiga y madre. Lo que más echo de menos es verla, tocarla y mirarla. La mirada de una madre a un hijo es siempre limpia, por muy mal que estén las cosas», decía apenado. La vida no les daba tregua, pues pronto vendría otra triste pérdida, la de su hermano Carlos: «No estamos preparados para que se vayan las personas que queremos, te cambia la forma de ver las cosas», decía Jorge recordándole.
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