En la vida de Los Morancos, el dúo humorístico formado por Jorge y César Cadaval no todo son buenos momentos, muchos no producen las carcajadas habituales a las que nos tienen acostumbrados. Más de cuarenta años haciéndonos reír dan para mucho, también para pasar algunas tragedias y algún que otro bachecillo. Aun así ellos nunca han perdido la sonrisa, se han enfrentado ante las adversidades y la esperanza aún perdura en su interior. Repasamos los momentos más dolorosos por los que han tenido que pasar los hermanos Cadaval. Sigue leyendo y no te pierdas nada, te lo contamos todo a continuación.
2La extraña obsesión de César por la salud
> «Me estoy muriendo» decía hace unos años César, muchas noches mientras dormía despertando así a su mujer, Patricia Rodríguez. Una angustia le entraba en el pecho cada noche al acostarse, se encontraba mal y pensaba que su fin había llegado. Era hipocondriaco, estaba obsesionado con la salud, y las enfermedades. Tenía mucho miedo a pasar por una de ellas o a incluso morir desencadenando una.
Este hecho, le producía tal angustia que finalmente tuvo que ponerse en manos de un especialista de la salud: «Tuve que ir al psiquiatra. Me dio unas pastillas y a los 20 días estaba genial, en la gloria. Ya no me asfixiaba. Ahora estoy que me salgo», decía el cómico. Aún así, los miedos no se han ido pero ha aprendido a vivir junto a ellos, sin temer que algún día regresen más fuertes.
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