Siempre se ha creído que la relación entre el emérito y su primogénita es excelente. Así lo han trasladado a los medios de comunicación, pero lo cierto es que el rey Juan Carlos no parece tener una buena opinión sobre su hija mayor, la infanta Elena. Al menos, así lo asegura Pilar Eyre, una de las cronistas que más de cerca conocen a la realeza… ¿Quieres conocer las luces y las sombras de esta relación paternofilial? Sigue leyendo, te contamos todos los detalles a continuación.
4El agujero negro de Zarzuela
> Por una u otra razón, la infanta Elena ha pasado todos los desplantes de su padre por alto y es la única que todavía le profesa amor eterno. Como si fuera un agujero negro, ha tragado durante años lo que no está escrito, pero no parece afectarle lo más mínimo. ¿Tendrá algo que ver la inmensa fortuna sin declarar a la que supuestamente han tenido acceso sus hijos en este estoicismo digno de campeones?
Por una u otra razón, la infanta Elena ha perdonado todos los comportamientos reprobables del rey Juan Carlos I, que ahora estará reconcomiéndose por dentro por la decisión que tomó hace más de 40 años: si hubiera dejado que reinara su, por lo visto, poco capacitada primogénita, es probable que, a día de hoy, no tuviera ninguno de los problemas que ahora le quitan el sueño. Ella nunca hubiera permitido que su padre se marchara de España con el rabo entre las piernas.