Se acercan las Navidades y con ello los compromisos familiares. Este año para los hermanos Rivera se abre una nueva etapa en la que están todavía más unidos que nunca. Aunque ya se han reunido más años, este 2020 es una fecha más que significativa para ellos y para sus esposas: Lourdes Montes, Eva González e Irene Rosales.
Y es que este año hemos presenciado, lo impresenciable. Kiko Rivera tiraba de la manta y dejaba con el culo al aire a su madre Isabel Pantoja. El hijo amadísimo de la tonadillera, se enfadaba y desvelaba detalles de la vida privada de su madre que nunca nadie habría pensado. Y todo por dinero. ¿Quieres conocer más detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
2Kiko Rivera: «no tiene perdón de Dios»
> Aun así lo que el Dj con varios discos de oro a sus espaldas quería demostrar es que él, si no fuera por su madre, no tendría ningún problema económico y podría saldar sus deudas como lo podría hacer su madre. Y para ello nada mejor que vender Cantora, haciendo algo en lo que está en su perfecto derecho. «Si yo quisiera coger la herencia de mi padre estaría en todo mi derecho, pero no es así. Yo lo único que le dije a mi madre es que, si quisiera, podríamos vender Cantora y con mi parte, con que me dé para resolver mis cosas, me sobra, el resto se lo daría a ella para que arreglara sus problemas, que también tiene», explicaba el marido de Irene Rosales en la tele.
«Si por malas gestiones y por errores tienes la posibilidad y la suerte de poder contar con la renta de una finca para ayudar a que la familia esté bien, pues se debe hacer, porque de recuerdos no se puede vivir», continuaba el hijo de Isabel Pantoja.
Kiko Rivera se enteraba de que su madre había hablado y no bien precisamente. Muy de pronto como siempre, se mostraba muy molesto sintiendo que su madre le traicionaba. El popular Dj se quedaba sorprendido al ver que su madre «ha ido diciendo esas cosas de un hijo» y lanzaba una declaración demoledora que ni Isa Pantoja ha llegado a decir de su madre adoptiva: «¡No tiene perdón de Dios!». La Pantoja llegaba a requerirle el coche que le había regalado.
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