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Es sabido que los famosos ganan sumas descomunales de dinero. Algunas veces, sus excentricidades son públicas, pero generalmente sus gastos se mantienen privados. Aquí revelaremos algunas de las compras e inversiones más significativas entre las celebridades.
En la mayoría de los casos, se trata de gastos ociosos e innecesarios. Eso no es ninguna novedad: un patrimonio casi inagotable en combinación con mucho tiempo libre no podría tener otro resultado. Esto incluye varias extravagancias que el resto de la gente no puede permitirse.
Sin dudas, al ver los gastos de las celebridades, surgirán dudas y reflexiones sobre la naturaleza del trabajo y la distribución de la riqueza. ¿Vale tanto lo que hace esta minoría de famosos? O, mejor dicho, ¿vale tan poco lo que hace la gente común?
Casinos online y apuestas de todo tipo
Una de las alternativas preferidas para la gente con altos ingresos y mucho tiempo libre es apostar en casinos. Lo que para la mayoría representa un riesgo de endeudamiento y pérdidas, para las celebridades es un mero pasatiempo donde el dinero va y viene sin contratiempos.
Los casinos online son una de las opciones más comunes, en especial en tiempos de pandemia. Muchas celebridades son asiduas de los casinos online fiables en España, como los que se analizan en este sitio.
Entre los jugadores españoles, se cuentan Rafa Nadal y Gerard Piqué, expertos en cartas. En el plano internacional, son reconocidos algunos casos de ludopatía, como los de los actores Ben Affleck y Tobey Maguire. También se incluyen deportistas con Mike Tyson. En varios casos, como en el del golfista Tiger Woods, esta afección se mezcla con otras adicciones, en especial al alcohol.
Cómo derrochar fortunas en ropa
Desde luego, las celebridades deben cuidar muy bien de su apariencia. Esto las hace competir en una suerte de carrera hacia la vanguardia de la moda. En la mayoría de los casos, se trata de personas que evitan ponerse dos veces la misma prenda.
Beyoncé, por ejemplo, ha gastado más de 100 mil dólares en leggins con cristales de la marca Balenciaga en un año. En 2011, además, se dijo que la cantante había comprado ropa por un valor de 10 mil euros en una hora y media. Mucho más de lo que la mayoría de la gente gasta en ese rubro en toda su vida.
Britney Spears es poseedora de una colección de zapatos que fue catalogada como la más grande del mundo. Se trata de habitaciones enteras llenas de calzados, muchos de los cuales no han sido usados por la dueña, quien quizás jamás tenga ocasiones de ponérselos. La colección de Lady Gaga es similar en magnitud y opulencia. Los zapatos son una parte sustancial de la imagen pública de esta cantante.
Precisamente, corre la información de que Lady Gaga gasta unos 100 mil dólares al año en ropa de cama. ¿Lavará las sábanas, o pondrá un conjunto nuevo cada mañana? Sin dudas, estos hábitos de consumo responden a excepciones, más que a auténticas necesidades.
Algunas fiestas son más caras
Los gastos de una salida nocturna pueden ser exorbitantes cuando se trata de celebridades con ínfulas dionisíacas. Es famosa la noche en que Drake y Rihanna se gastaron unos 15.000 euros en una fiesta. No es extraño ver a estas dos figuras de la cultura pop lanzando billetes al aire o entregando generosas propinas a quien se encuentren en su camino.
También es muy conocida la fiesta que celebró Justin Bieber en Miami: en un par de horas se le fueron 75.000 dólares. El cantante estadounidense es famoso por despilfarrar dinero y por su propensión a los ritos báquicos. Nada inusual entre las celebridades que llegan a la cima de su fama y capital durante la adolescencia.
Arte: también hay celebridades con buen gusto
No todo es exceso y parafernalia artificiosa en las prácticas de consumo de las celebridades. También hay famosos que utilizan su patrimonio para comprar pinturas, grabados, esculturas y hasta ediciones especiales de libros.
Madonna es de las que gastan en su apariencia, sin dudas; mas también invierte en arte. En su colección de pinturas hay autores de renombren extemporáneo como Frida Kahlo, Tamara de Lempicka, Fernand Leger, Pablo Picasso y Damien Hirst. El valor de estas piezas ronda los 170 millones de dólares.
¿Muy ricos o muy pobres?
¿Las celebridades ganan demasiado? ¿O no invierten su dinero correctamente? No hay respuestas concluyentes, pero los números de sus hábitos de consumo indican un hecho irrefutable: hay un precipicio de distancia entre las clases sociales. El modo de distribución de la riqueza en la actualidad no propende a la justicia social.