Pasadas las 23.00 horas de ayer, Rafael Amargo era puesto en libertad después de dos días en los calabozos y de declarar ante el juez tras ser acusado de pertenencia a grupo criminal y tráfico de estupefacientes. El bailarín atendía a la prensa congregada a las puertas de los juzgados para defender su inocencia y anunciar que el estreno de «Yerma» seguía adelante y pisaría el escenario con más ganas y rabia que nunca tras este desagradable suceso.
Pues bien, doce horas después y tras disfrutar de un sueño reparador, Amargo ha salido de su domicilio en el centro de la capital para retomar sus ensayos en el Teatro de La Latina y estrenar esta tarde su espectáculo, que ha visto como la venta de entradas se ha incrementado una barbaridad tras la detención del bailarín.
Un pletórico Rafa, con una elegante gabardina y sin perder la sonrisa, ha atendido encantado a los numerosos medios de comunicación que le esperaban a las puertas de su casa. Entre risas ha confesado que «me encuentro muy bien gracias a Dios. Me acabo de levantar y he dormido en la gloria».
Preguntado por su declaración ante el juez, el bailarín asegura que «lo vais a ver todos porque es una cosa pública y os vais a alegrar todos mucho» cuando la sepáis. Además, defiende su inocencia porque «por eso estoy en la calle». Y, fiel a su sentido del humor, ha asegurado que no pertenece a un grupo criminal sino a una «banda musical».
Posteriormente, y antes de acudir al Teatro de La Latina donde esta tarde estrenará su espectáculo, ha acudido a los Juzgados de Plaza de Castilla para entregar, en compañía de su abogado, Cándido Conde-Pumpido, su pasaporte.