Isabel Pantoja es un personaje mítico para la prensa del corazón. Sobre ella han planeado los escándalos perfectos para convertirla en objetivo de los periodistas: trágicas muertes, separaciones tormentosas, relaciones secretas, problemas con la justicia. Todo ello ha ayudado a convertirla en leyenda. Sin embargo, hay un hecho que destaca en su biografía: las traiciones. Todos los que están a su lado terminan vendiéndola por un puñado de euros. Aunque hay dos personas que, de momento, se mantienen fiel a la tonadillera. Juan y Bernardo Patoja son los hermanos más desconocidos de Isabel. Han permanecido a su lado desde el comienzo de su carrera, así que conocen el lado más oscuro de la artista. Muchos programas han querido contar con su testimonio, ¿Por qué se niegan a hablar de ella? Hoy te desvelamos las razones que Isabel no tiene que temer a sus hermanos, por el momento.
2Bernardo no perdona que Isabel le distanciara de su hija Anabel
> Bernardo Pantoja es el padre de Anabel Pantoja, una de las únicas personas que se mantienen fiel a la artista. Es hija de un matrimonio anterior, pues, en la actualidad, Bernardo está casado con una bailarina japonesa llamada Junco. Contrajeron matrimonio en 2018 e Isabel no acudió al enlace. La ausencia fue muy comentada por la prensa. Al parecer, la tonadillera no daba el visto bueno a la relación. Según ella, la futura compañera de su hermano podría traerle problemas. La falta de confianza que Pantoja depositó sobre Junco podría haber provocado un distanciamiento entre los hermanos. Sin embargo, no es este detalle lo que más daño hizo a Bernardo.
Anabel trabaja con su tía desde hace mucho tiempo. Le acompañaba en sus giras, e intentaba que sus conciertos le supusieran menos esfuerzo. Antes de convertirse en colaboradora de televisión, el trabajo junto a su tía era su única fuente de ingresos. Por lo que suponemos, que su fidelidad estaba condicionada por la relación laboral que mantenían. Fuentes cercanas a la familia aseguraron que Isabel influenció a su sobrina para no acudir a la boda de su padre. Bernardo se separó de Mercedes, la madre de Anabel, cuando su hija tenía seis años. Aquello dificultó su relación y estuvieron distanciados durante un tiempo. Por ese motivo, le dolió tanto la ausencia de Anabel que, presuntamente, estaba causada por su hermana. Pero, si estaba tan enfadado, ¿Por qué no se decidió a hablar de ella?
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