Poco podía imaginar Lolita Flores que su comentario de ánimo a Francisco Rivera en Instagram – después de que su hermano Kiko desvelase en el especial Cantora: la herencia envenenada que las pertenencias que Paquirri dejó a sus hijos estaban ocultas en una habitación de la finca de Isabel Pantoja – iba a dar tanto de qué hablar.
«El tiempo pone todo en su sitio». Siete palabras con las que Lolita, íntima amiga de Carmen Ordóñez y novia de Paquirri hasta que éste conoció a Isabel Pantoja, quiso dejar clara su postura con respecto a la guerra que los hermanos Rivera han empezado contra la tonadillera para recuperar los objetos de su padre.
Desde entonces hemos podido ver a Lolita en más de una ocasión. Molesta por el hecho de que le preguntemos a ella por un tema con el que, a priori, poco tiene que ver, la artista, cansada de la trascendencia que ha resultado tener su apoyo público a Francisco Rivera, ha tomado una decisión. Y después de enfadarse con la prensa – por recordar la «maldición» que Lola Flores echó a la tonadillera cuando le «quitó» el novio a su hija – ha optado por un sepulcral silencio y con un simple «perdona» justifica la falta de palabras en lo que a Isabel Pantoja y todo lo que la rodea se refiere.