La guerra de Isabel Pantoja y Kiko Rivera tiene un alcance mucho más grande de lo que en un principio pueda parecer. Y es que lo que comenzó como un distanciamiento madre hijo por la falta de apoyo de la tonadillera al Dj, se ha convertido en el culebrón mediático del año. El hecho de que el músico desvelase que había visto, escondidos en Cantora, los objetos de Paquirri que éste dejó en herencia a sus tres hijos, ha hecho que Francisco y Cayetano Rivera hayan tomado cartas en el asunto y, 30 años después, vayan a presentar un requerimiento judicial para que la coplera les entregue de una vez por todas los enseres personales de su padre.
Mientras que Eva González y Lourdes Montes han mostrado, tímidamente y a través de discretos comentarios en redes sociales, su apoyo incondicional a sus maridos en su lucha contra Isabel Pantoja, Lucía Rivera – hija de Blanca Romero, que Cayetano reconoció durante su matrimonio con la modelo asturiana – asegura sincera y muy clara que «la felicidad de mi padre es mi felicidad» cuando le preguntamos por el asunto.
Lucía, que prefiere no entrar en polémicas, afirma que «no voy a hablar» de los objetos de Paquirri que Cayetano pretende recuperar de Cantora: «Por favor no me preguntes porque no hablo de estas cosas, hablo de mi trabajo y ya está. Déjame con este tema. Entiendo que me preguntes pero no. Apoyo a todo el mundo y todas las causas».
Muy discreta, la modelo confiesa que está feliz de que su padre recupere el tiempo perdido con su tío, Kiko Rivera, con el que Cayetano ha retomado la relación después de unos años alejados: «Claro. Obvio. Quiero el bien para todos». Lucía, que sostiene que «no» sabe si Carmina Ordóñez fue el gran amor de Paquirri, nos cuenta que guarda un medallón que le regaló su abuela, «pero es algo personal».
Por último, y pese a no sentirse cómoda hablando de la relación entre su padre y Eva González, Lucía «cree» que están muy bien tras superar la crisis que motivó en la pareja la aparición de la supuesta amiga especial del torero, Karelys Rodríguez, pero asegura firme que «no hablo de estas cosas. Lo dices tú, no lo digo yo. Déjame tranquila con esas cosas».