Kiko Rivera ha sido visto visitando, muy serio y sin hacer declaraciones, el Colegio Notarial de Sevilla. Un paso más en el largo camino que ha emprendido para descubrir qué le dejó en herencia Paquirri y qué le ha ocultado su madre, Isabel Pantoja, a lo largo de todos estos años, en los que el Dj creía que su padre sólo le había dejado la mitad de Cantora.
Al parecer, según ha contado la periodista Marisa Martín Blázquez, Kiko habría visitado este edificio oficial para pedir documentos relacionados con la notaría que se habría encargado de gestionar su parte de la herencia de Paquirri y que, con el notario ya fallecido, habría dejado de existir. A petición de su equipo de abogados, el músico está recabando información oficial para descubrir si su madre actuó, en todo momento, respetando la última voluntad del malogrado torero y dando a su hijo lo que le correspondía por ley.
Sin embargo, cuando le preguntamos sobre su inesperada visita al Colegio Notarial de Sevilla, Kiko usa la técnica del despiste y, desplegando sus encantos, se muestra más amable que nunca para desviar la atención de sus movimientos legales. As, entre «buenos días», «perdón», «gracias» y «que tengáis un bonito día», el hijo de Isabel Pantoja hace alarde de su buena educación pero, una vez más, se va sin hablar ni, lo más importante, aclarar qué documentación ha ido a buscar al notario.