Isabel Pantoja: la imagen pública de una estrella que ha quedado por los suelos

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Después de ingresar en prisión, Isabel Pantoja llevó a cabo una estrategia profesional para limpiar su imagen públicamente. Y es que el escándalo de Marbella seguía estando en sus espaldas, en su sombra, pero sobre todo en su mirada, que se notaba perdida, al igual que su voz, que no ha vuelto a ser la misma desde que entró en prisión.

Tras la muerte de Paquirri, la tonadillera cantaba con el dolor de haber perdido al amor de su vida dejándole en sus brazos a un niño de seis meses… después de salir de prisión, empezó a cantar para recuperarse económicamente y para volver a sentir el calor del público. Esos admiradores que nunca la habían fallado se sintieron engañados emocionalmente por una señora que creían santa y no lo era.

Volvió a los escenarios, como bien decimos con la voz cambiada porque casi dos años en prisión pasan factura a cualquiera y a Isabel Pantoja le pasó factura en todos los sentidos. Cada vez más sola, ya no se rodeaba de los amigos de siempre y las puertas de Cantora se abrían con menos frecuencia. Pero volviendo a su voz, la cantante seguía -y sigue- teniendo una de las mejores voces de nuestro país, y eso es algo que la sigue llevando a las alturas cada vez que da un concierto.

Estuvo en Viña del mar dando un concierto que pone el vello de punto por la frialdad y la rectitud de la cantante, se sometió a varias operaciones físicas y… volvió a Telecinco por la puerta grande siendo concursante de Supervivientes, donde por supuesto, limpió su imagen.

La Pantoja consiguió hacer eso que siempre ha sabido hacer bien, llegar a su público. Nos emocionó, nos entretuvo y nos alegró cada vez que la veíamos sonreír y desde entonces, su imagen ha vuelto a ser la que era antes del caso Malaya. Pero ahora, un nuevo escándalo ha azotado su vida, su enfrentamiento con Kiko Rivera.

Ni la muerte de Paquirri, ni la entrada en prisión, ni todas las discusiones que ha tenido con su hija han sido experiencias tan demoledoras como esta. Su hijo le ha tachado de mala madre, de mala abuela, de llevarse lo que no es suyo y de no haber cumplido la voluntad de Paquirri. Eso duele más que cualquier crítica y ahora, Isabel Pantoja se enfrenta a la prisión de su vida.