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jueves, 21 noviembre 2024

«Raquel Sánchez Silva ha mentido»: las luces y las sombras del caso de Mario Biondo

Raquel Sánchez Silva se ganó el cariño del público en 2011. Aquel año presentó una de las ediciones más vistas de Supervivientes y, su simpatía, no tardó en traspasar la pequeña pantalla. Durante los meses que duró el programa conoció a Mario Biondo, uno de los cámaras. Fue tiempo suficiente para enamorarse y celebrar una bonita ceremonia de boda en Italia. Pero Raquel nunca despertó demasiado agrado entre su familia política. La relación empeoró cuando en 2013 Biondo fue encontrado muerto en extrañas circunstancias. Sus padres y hermanos no aceptaron la tragedia y acusaron a la presentadora de estar ocultando la clave que resolvería el caso. “Su comportamiento es el de una persona que no quiere saber la verdad”, afirma en Look Santina Biondo, madre de Mario. Lo que nos lleva a preguntarnos, ¿qué hay detrás del fatídico caso? 

 

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Raquel denuncia a la familia Biondo por amenazas e injurias 

> Raquel Sánchez Silva ha querido poner fin a su pesadilla en los tribunales. Desde que se conoció la noticia de la muerte de Mario, sufrió graves ataques por parte del público que estaban iniciados por las injurias que la familia Biondo vertía sobre ella. Según ha declarado su abogado en Vanitatis, la presentadora “sigue encontrándose sometida a una campaña de acoso a través de las redes sociales con la ayuda del grupo Mediaset Italia”. Según Raquel, los Biondo han vertido injurias y amenazadas sobre ella en Facebook e Instagram. Publicaciones, a las que se daba demasiada publicidad en televisión. Por ello, han incurrido, según el abogado de la denunciante, en un delito de odio.  

En 2018 se publicó un libro sobre el posible asesinato de Mario Biondo. Fue escrito por Paolo Gentili, con ayuda de la madre del fallecido. Se titulaba Muerte de un chico bueno, y sus líneas dejaban a Raquel en muy mal lugar. Según el escritor, demostró una frialdad intolerable en el funeral de su marido. “Se bajó del coche cuando su agente le dio el visto bueno. Estaba esperando a los periodistas españoles”, escribe. Además, defiende que la presentadora había vendido la exclusiva y que no quería que estuviera el sobrino pequeño de su marido para facilitar la publicación de las fotos.  

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