Después de la entrevista que dio el viernes en el especial ‘Cantora: la herencia envenenada’, en la que Kiko Rivera confesó sentirse más solo que nunca porque se había dado cuenta que toda su familia le había engañado desde que era pequeño, el dj se siente más solo que nunca. Y lo cierto es que si hay algo que transmitió el hijo de Isabel Pantoja en la pantalla fue ternura y pena, ya que nadie se imaginaba que esto ocurriese.
El hermano de Isa Pantoja se ha quedado todo este fin de semana en un hotel en Madrid y lo cierto es que, tal y como comentó él, están siendo los peores momentos de su vida al ver que su madre no solo le había estafado emocionalmente, sino que le había robado y engañado en todo lo referido de la herencia de su padre.
Kiko Rivera está llevando una investigación minuciosa sobre el testamento de su padre junto con sus abogados y cada día se entera de algo nuevo que le produce dolor y tristeza, por haber confiado en su madre y su tío Agustín en todo momento. Y es que a pesar de tener, ahora más que nunca, el apoyo incondicional de la familia Rivera y muchos allegados, el hijo de Isabel Pantoja se siente más solo que nunca.
Toda su familia, a la que siempre había considerado su casa, le ha engañado de por vida y es algo que no va a poder olvidar ni perdonar en su vida. Es por eso por lo que Kiko siente que el calor que siempre ha recibido por parte de ellos ya no lo tiene y probablemente no lo quiera tener más.
La que no se separa ni un solo momento de su lado es Irene Rosales, su mujer, la que le ha demostrado en los malos y buenos momentos que puede contar con ella para cualquier cosa… En estas imágenes podemos ver a un Kiko Rivera hundido en la tristeza por todo lo que está descubriendo: la verdad. La verdad sobre la herencia de su padre y sobre los tejemanejes que tuvo la cantante con sus bienes.
Un camino que acaba de empezar y que sin duda, todavía va a ser muy largo, ya que esta investigación requiere de mucho tiempo y sobre todo, de mucho análisis. Tendremos que esperar para ver si finalmente Kiko lleva a su madre ante un juez por todas las irregularidades y delitos que ha cometido con la herencia de su padre y sobre todo, con su propiedad, Cantora.