Todas las personas que poseen un cargo público son muy estrictas con su estado físico. Por ese motivo, hay muchos que no dudan en recurrir a la cirugía estética para mejorar su imagen. La última en caer en las redes de esta arma de doble filo ha sido María Patiño. La presentadora aparecía con el rostro notablemente cambiado mientras sus seguidores no paraban de comentar su excesivo gusto por el bisturí. Aunque no es la única que ha empeorado su físico después de una intervención. Kiko Matamoros, Leticia Sabater, Álvaro Muñoz Escassi o Yola Berrocal, son algunos de nuestros famosos más presumidos, pero ¿Han hecho bien al entrar a quirófano o estaban mejor antes?
2Camilo Sesto y Amaia Montero, los cantantes más amigos de los cirujanos plásticos
> Camilo Sesto falleció en 2019. Sus últimos años de vida quedaron eclipsados por la repercusión mediática generada por su aspecto físico. El cantante de ‘Ya no puedo más’ sorprendió a sus seguidores en su última aparición pública. Rápidamente, empezaron a recapitular cuales habían sido todos sus retoques estéticos. Una rinoplastia para mejorar su nariz, inyecciones de bótox para eliminar arrugas, ácido hialurónico en labios y pómulos y varios liftings, son algunas de las intervenciones que se habría realizado. Tal fue el impacto que muchos llegaron a apuntar la obsesión que tenía el cantante con el envejecimiento. Su melena, de aspecto antinatural, también fue muy criticada.
Amaia Montero también preocupó a sus seguidores cuando subió una foto a su perfil de Instagram donde aparecía notablemente cambiada. En este caso, lo curioso es que los cambios han venido de un momento a otro. Su círculo más cercano apuntó que la cantante siempre había cuidado mucho su imagen. Aunque también reconocían que, las últimas veces, había pasado poco tiempo entre operación y operación. La artista ha retocado su nariz, se ha levantado las cejas y se ha inyectado ácido en los labios. Pero la intervención que más llamó la atención al público fue su afinación de mandíbula. Muchos afirmaban que se había estropeado el rosto y que solo podrían reconocerla por la voz.
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