Lydia Lozano siempre ha sido una de las colaboradoras de Sálvame más queridas por el público pero más odiadas en general por su compañeros. Los encontronazos, desaires, humillaciones y discusiones siempre han estado a la orden del día en el programa. Le han acusado de todo y sobre todo, lo que más la duele, han cuestionado su profesionalidad, cuando no ridiculizado. Vamos a repasar por tanto esos momentos en que han destrozado a Lydia, hundiéndola en la misera.
No hay duda de que se trata de una de las periodistas de la crónica social más veteranas y reputadas de este país, pero algunas meteduras de pata y supuestas fantasías de Lydia Lozano han puesto en entredicho su dilatada carrera, en parte por sus propios compañeros, hasta el punto de que podrían destruirla como profesional de la comunicación y la información, o al menos eso creen muchos que pretenden hacer con ella.
3Víctima de una horrible trampa
Otro de los errores más recordados de la periodista fue cuando aseguró por activa y por pasiva que Rocío Flores y Rocío Carrasco habían hablado y estaban encaminadas a reconciliarse. El propio Antonio David negó rotundamente que su hija se hubiera puesto en contacto con su madre, pero Lydia seguía empeñada en mantener su información. Incluso enseñó una supuesta prueba a su compañera, María Patiño, quien afirmó que la prueba era concluyente. El problema era que esta presunta pista era falsa y que Lydia Lozano había sido víctima de una trampa.
El que fuera chófer de Rocío Carrasco le mostró una conversación falsificada que daba a entender que Rocío Flores y Rocío Carrasco habían hablado, y Lydia cayó en la trampa. Una vez más, la periodista pecó a la hora de precipitarse y de no contrastar del todo bien la información antes de compartirla, cayendo en un error que trajo a su vida algunos fantasmas del pasado muy dolorosos.
Pero no sólo en el tema profesional o quizá debido a ello, Lydia Lozano también has sido pasto de burlas y situaciones humillantes por parte de sus compañeros, algo que ha llevado entre la indignación a veces y la rabia y el llanto otras. Sigue leyendo y te lo mostramos.