Indomable. El propio Pelayo Díaz escribió como título de su autobiografía este calificativo, que es como quiere verse para con los demás. Desde que saltara de las pasarelas al mundo del estilismo mediático, las polémicas le han acompañado. No en vano, tal es el odio que en muchos casos genera que ha llegado a recibir incluso amenazas de muerte. Eso sí, él no se anda con disimulos en sus palabras, lo que le ha granjeado muchas críticas y enfrentamientos con compañeros y personajes públicos. En Cotilleo.es recorremos sus mayores polémicas, las que le han ocasionado ser ‘odiado’ por muchos.
El nombre de Pelayo Díaz sonó primero como uno de los bloggers de moda más seguidos y a la vez polémicos. Su blog Katelovesme alcanzó tal número de seguidores y fama que marcas de lujo como Louis Vuitton o Alexander McQueen no dudaron en colaborar con él. A día de hoy sigue siendo un it boy que inspira a muchos aunque también levanta muchos odios por su forma de ser. Presente siempre en las principales pasarelas del mundo de la moda, y codeándose incluso con la Reina Letizia, su paso por cualquier plató y sus publicaciones en redes sociales no pasan desapercibidas.
2PELAYO DÍAZ RECIBE UN PERRO DE LUJO Y LE DICEN DE TODO
En abril de este año 2020, Pelayo Díaz se convirtió en Trending Topic en Twitter al anunciar que iba a recibir un regalo muy especial para compartir con su ya marido. El culmen de la polémica llegó cuando publicó en su Instagram que ya habían recibido al cachorro de una tienda de venta de cachorros de raza. Le echaban en cara “comprar un perro de lujo” en plena pandemia” en vez de adoptar y “enviarlos por correo como si fuesen zapatos”
Una de las notas características de Pelayo Díaz, por la que es tan amado como odiado, es que no se calla. Aunque gran parte de su proyección se debe a sus seguidores, cuando se encuentra con haters también hace todo lo posible por generar aún más revuelo, y afianzar así su imagen de indomable. En este caso, respondió con un contundente: «Me gustaría saber si los huevos que compráis son camperos»