Sin duda el año 2020 ha sido para Ana Obregón y Paz Padilla un tormento y el peor año de sus vidas, y no precisamente por el coronavirus. Ambas han perdido a sus seres más queridos. Pero afortunadamente el tiempo va mitigando un dolor que de todas formas será ya para siempre. Uno de las mejores opciones para ir mitigándolo es volviendo a la normalidad social y laboral, y si es en algo tan bonito y especial como dar las campanadas, mejor.
De eso vamos a hablar, repasando el año de dolor por el que han pasado ambas y cómo afrontarán un acontecimiento tan especial, quizá el que más de todo el año, y más en este tan aciago para todos. Unas presentadoras que han pasado por lo peor y que reflejan perfectamente lo que se ha vivido en muchas familias, pero a la vez la fuerza de volver a la normalidad, pase lo que pase.
5Trágica pérdida por partida doble
Todos conocemos la trágica enfermedad de su marido, que la mantuvo oculta, y el posterior fallecimiento debido también a un cáncer. Pero menos gente sabe que meses antes, en febrero, Paz Padilla también había perdido a su madre. Como ella misma reconoció, ha sido el peor año de su vida, perdiendo sus dos seres más queridos, junto con su hija, que ha estado a su lado en todo momento.
Aún impacta más el caso de su marido, que siempre fue el amor de su vida pero que el destino hizo que se separaran unos años, para luego reencontrase y ya no separarse nunca. Por eso, el dolor de Paz estos meses ha sido tan grande, llegando a preocupar incluso a sus allegados. Ahora parece que lo va normalizando y la vuelta al trabajo es prueba de que el duelo va por buen camino.