Hemos visto, desgraciadamente, a muchos rostros conocidos de nuestro país pasar por los banquillos de los juzgados a declarar ante el juez por presuntos delitos. Nunca llegamos a imagen que una Infanta Cristina se llegaría a sentar y compadecer ante una trama que revolucionó España entera durante meses y que acabó con la entrada en prisión de su marido… Una lista sin fin de nombres que ojalá nunca hubiéramos conocido.
Este fin de semana se producía la citación de Josep María Mainat y Ángela Dobrowolski en los juzgados de Barcelona para tratar el presunto asesinato que la mujer del productor quiso cometer con él este verano. Pero lejos de juzgar los hechos ocurridos entre el matrimonio, hablemos de la entrada de Ángela a los juzgados.
Y es que como muchas otras veces la exposición mediática cuida y esto parece que es lo que ha hecho Ángela desde que se ha convertido en un personaje famoso. Su llegada a los juzgados se produce de la mano de su fiel abogado, sin peluca, gafas de sol, mascarilla, vestido y un fular encima de los hombros que nos recuerda a alguien…
No hablamos de otra persona que de Isabel Pantoja, quien en su vida cotidiana luce fulares cada vez que sale de su finca y también lo hace llevándolo encima de los hombros… pero es que nos recuerda todavía más porque la cantante también pasó por los juzgados y la imagen de la Ángela nos ha recordado mucho a la de la tonadillera.
Las dos con gafas de sol, de la mano de sus abogados y con un fular encima de los hombros que estiliza esta parte del cuerpo de la mujer. Dos mujeres, dos casos completamente diferentes que la ley se ha antepuesto ante sus actuaciones y que han medido a la perfección la exposición mediática.