Son muchos los factores internos y externos que influyen en el envejecimiento de la piel. Con el paso del tiempo, es natural que el rostro pierda lozanía y algo de su plenitud juvenil, dándole paso a las líneas de expresión y la piel se vuelve más fina y seca.
Es importante tomar algunas acciones preventivas, como es el uso diario de cremas hidratantes y humectantes, de acuerdo al tipo de piel y por supuesto, el uso imprescindible del protector solar. Sin embargo, existen tratamientos un poco más profundos, realizados por dermatólogos, los cuales te ayudaran a obtener mejores resultados en tu piel.
44. Terapia con toxina botulínica
Más comúnmente conocidas como Botox. Los dermatólogos usan la terapia con toxina botulínica para disminuir los signos del envejecimiento y para tratar una condición médica llamada hiperhidrosis (sudoración excesiva).
Las inyecciones de toxina botulínica ayudan a reducir las líneas de expresión entre las cejas y las conocidas patas de gallo, que se forman en las esquinas de los ojos.
Este tratamiento actúa evitando que los músculos de estas áreas se tensen. Por lo general, no hay tiempo de recuperación para este procedimiento cosmético, pero puede tomar hasta una semana para ver los efectos y los resultados suelen durar entre 3 y 4 meses.
Sin embargo, el uso excesivo de bótox en el rostro ha causado mucha polémica y recibido innumerables críticas, pues a simple vista se puede apreciar cómo va cambiando la apariencia del rostro. Esta técnica se caracteriza por paralizar los músculos faciales, por lo que puede aparecer una pérdida temporal de la expresión facial.
Si se está tomando algún tipo de medicación pueden producirse reacciones alérgicas. Además, puede provocar dolores de cabeza y cuello y náuseas de forma temporal.