Paloma Cuevas ha gritado basta. Está harta de ser “la pobrecita” que llora por las esquinas y ha tomado una drástica decisión: desmelenarse y pasar página. Enrique Ponce, por el contrario, se niega a desprenderse de ella, y eso que, según él mismo, está locamente enamorado de Ana Soria. Esta historia a tres nos tiene completamente enganchados…
4Ana Soria, destrozada
> Lo que empezó como un maravilloso cuento de hadas se está transformando en una auténtica pesadilla para los protagonistas de esta historia. A Ana es más que evidente que la separación del torero con Paloma Cuevas le viene grande. No puede salir de casa sin tener un periodista o una cámara siguiéndole, algo que le agobia desmesuradamente.
Para más Inri, la joven ha tenido que aguantar que Enrique borrara todas las fotografías que había publicado en sus redes sociales con ella, por petición de Paloma, pues según la empresaria, sus niñas no tienen por qué ver cómo el torero mantiene una relación con una chica 20 años más joven que él. Vamos, que la pareja parece que está atada a pies y manos hasta que todo se normalice un poco. ¿Llegarán a navidades?