Lejos de entrar al trapo y responder a Antonio David Flores, María Teresa Campos ha decidido mantenerse en silencio. La veterana comunicadora, que en las últimas semanas ha tenido que escuchar cosas bastante duras sobre su hija Carmen Borrego, prefiere poner al mal tiempo buena cara. Y es que se ha cuestionado desde la profesionalidad de la menor de las Campos hasta unos supuestos malos hábitos; e incluso se ha especulado con los motivos de su primer divorcio y por qué dieron la custodia de sus dos hijos a su ex marido. Sin embargo, su madre se mantiene tranquila capeando con dignidad esta tormenta mediática.
En su reaparición después de que se haya acusado a Carmen de prohibirle asistir al último programa de «Hormigas Blancas», Teresa ha acudido a una revisión rutinaria en un céntrico hospital madrileño. La veterana comunicadora ha intentado pasar desapercibida bajo unas grandes gafas de sol y la mascarilla obligatoria a causa del Covid. Sin embargo, al no lograrlo, se ha enfrentado a las preguntas con una actitud cuanto menos sorprendente ya que se dijo que la presentadora lo estaba pasando muy mal. Y es que, ni corta ni perezosa, ha respondido con una sonora carcajada a la pregunta de si cree que Fidel Albiac es la mano negra de Antonio David Flores. ¡No te pierdas el momento!