Congelar es un procedimiento simple y rápido para mantener la calidad y la seguridad de los alimentos en casa. Este método nos permite conservar el color natural, el sabor fresco y el valor nutritivo de la mayoría de las frutas y las verduras. Sin embargo, existen algunas técnicas que debemos tomar en cuenta para hacerlo adecuadamente.
Limpieza de las frutas y verduras
Antes de congelar las frutas y verduras, debemos lavarlas bien y secarlas cuidadosamente. Existen algunas técnicas para prevenir cualquier tipo de enfermedades. Por ejemplo, el coro es conocido como lejía alimentaria y es perfecto para desinfectar los alimentos. Solo debes poner una cucharada por cada litro de agua.
El bicarbonato y vinagre también sirven para desinfectar. En un recipiente con agua mezcla una cucharada de bicarbonato y otra de vinagre. Luego, introduce los alimentos durante una hora. Después retirarlos y enjuagarlos bien.
El cortado y troceado
Cortar y trocear los alimentos te ayudarán a guardar espacio en el congelador. Además, te permite controlar mejor las raciones. De esta manera, comprenderás mejor los tamaños de lo congelado y los requerimientos culinarios.
Escaldar las verduras
Este punto es muy importante para congelar correctamente las verduras. El escaldado te permite inactivar las enzimas como lipooxigenasas o polifenoloxidasas, que son capaces de mantener su actividad a temperaturas de congelación, y producen olores y sabores anómalos y, además, colores pardos indeseables.
Para mantener la mayor parte de sus propiedades y evitar estropear los alimentos en el congelador, debes sumergir las verduras limpias ya troceadas en agua hirviendo durante un tiempo breve (entre un minuto y tres, aproximadamente). Luego debes sumergirlo inmediatamente en agua fría para cortar esa cocción. Si preparas varias tandas a la vez, necesitarás renovar el agua para que cumpla su labor.
Temperatura y ubicación de los alimentos
El frigorífico es uno de los electrodomésticos más utilizados para conservar los alimentos y disfrutar de comida y bebida fría. Sin embargo, es importante controlar su temperatura antes de congelar los alimentos.
Durante los meses más fríos el frigorífico debería estar a 5 grados. Asimismo, coloca cada alimento en el lugar que le corresponde para sacar el máximo partido a tu frigorífico. Por ejemplo, los cajones están pensados para las frutas y las verduras.
Si el orden no es el adecuado, puede que los alimentos pierdan sus propiedades y se mantengan menos tiempo frescos. También debes considerar que no todos los alimentos tienen la misma necesidad de frío.
No todos los alimentos pueden entrar en el congelador
Desafortunadamente, no todos los alimentos deben pasar por el congelador porque algunos pueden arruinarse por completo. Las verduras que sí son susceptibles de entrar son, el ajo, cebolla, cebolleta, puerro, pimientos (libres de semillas y troceados), calabacín, acelgas y espinacas. Por otro lado, las frutas que toleran bien la congelación son fresas, plátano, sandía, melón, frambuesas y cerezas.