El confinamiento fue el detonante final que necesitaba Pilar Boldo para poner de nuevo en marcha su proyecto más creativo y artesano: Pilaruka.
Formada en Bellas Artes y profesora de dibujo en un centro de secundaria, Pilar llevaba toda la vida haciendo bisutería con distintos materiales, pero la llegada de las redes sociales, principalmente Instagram y Facebook, supusieron un empuje para hacer visibles sus creaciones.
“Aunque comencé a trastear en redes en 2018, fue en febrero de este año cuando decidí ir a por todas en redes. Empecé a publicar cada vez más a menudo, a seguir y participar más en Instagram, a hacer tutoriales y mi cuenta fue creciendo, y pasó de tener 50 a alcanzar los 4000 seguidores en estos meses” comenta Pilar, “pero necesitaba profesionalizar mi trabajo y esfuerzo y decidí formarme en marketing para tratar de hacerme un hueco entre las marcas de bisutería que son tendencia y referencia”.
Sus diseños, que están teniendo una gran aceptación, cumplen dos requisitos: siguen las tendencias y, al mismo tiempo, son diferentes a lo que se ve.
La clave está en la propia interpretación personal de diseños y materiales, incorporando a su forma de hacer la estética que quiere transmitir a través de sus diseños únicos, aportando el valor de la artesanía por encima de la producción en serie.
En cuanto a los materiales, desde el metacrilato hasta la plata, pasando por zamak, nácar o incluso cristales de Swarovsky. Todo vale para dar forma a las ideas que surgen como inspiración en situaciones tan cotidianas como ver un vestido en un escaparate y pensar en los complementos que lo potenciarían, un rostro al que le podría hacer resaltar más sus facciones un pendiente con una forma y color concreto o incluso el rediseño de algo que ve ya lleva cualquier persona como complemento.
“Me llaman mucho la atención los collares primitivos que nos enseñan desde pequeños en libros y que se ven en los museos. El neolítico, Egipto o incluso la época precolombina con sus influencias mayas y aztecas son una fuente inagotable de belleza e inspiración. Me gustaría poder transmitir toda esa pasión en mis diseños y que la gente entendiera que son piezas únicas e incluso personalizables” concluye Pilar.