Son sin duda, dos de las personas más famosas a las que la vida ha golpeado más cruelmente este año. Ambas se han enfrentado a trágicas perdidas que las han sumido en el más profundo de los pozos, pero todo ese dolor compartido les ha servido para encontrarse y compartir sus emociones. Ana Obregón y Paz Padilla, juntas en su duelo, intentan seguir adelante apoyándose la una en la otra. Sigue leyendo para enterarte de todo.
3La valiosa lección de Paz Padilla
> La presentadora se enteró de la enfermedad de su marido por medio de un médico en urgencias, quien, tras realizar una resonancia, le dijo que Antonio tenía un tumor y que le quedaba muy poco tiempo de vida: «Me lo dijo sin anestesia». Durante el proceso, Paz Padilla hizo todo lo que estuvo en su mano para que las próximas semanas de su esposo fueran muy felices: «No se ha muerto mi marido, se ha muerto mi alga gemela, el amor de mi vida. Es lo único que le he podido dar. Amor del bueno. Le decía te quiero y gracias, 24 horas al día».
Antonio murió en casa de Paz, ya que ese era el último deseo. Murió en sus brazos, y así lo confesó la propia presentadora con toda la entereza del mundo: «Me metí en la cama con él, le toqué el pecho y le dije ‘ya, mi amor, recuerda: cuando me toque ven por mí… y poco a poco, se fue yendo». Falleció, la perra de la familia subió a la cama, todos se dieron la mano y le desearon buen viaje: «Sacamos una botella y brindamos«, concluyó.
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