Son muchos los que presagiaron en aquel pequeño gesto en el que la actual Reina Letizia, le pedía a su entonces prometido Felipe que le dejase terminar, un acto de irreverencia hacia su futuro esposo, y lo que es peor, a la institución a la que iba a sumarse. Ha llovido mucho desde entonces, y si bien – a pesar de los rumores – los reyes continúan con su matrimonio, es cierto que ha habido una serie de desplantes que han dado mucho de que hablar.
3Esa fea costumbre de evidenciar los fallos
Si bien es un defecto que tienen muchas personas, resulta más imperdonable en una persona que está sometida al escrutinio público constante y debería esforzarse en corregir sus errores. Sabemos que la Reina Letizia es exigente, pero resulta «feo» que su exigencia evidencie los errores o lapsus de su marido cada vez que se confunde en público. Le ha pasado más de una vez cuando su marido habla en público o se confunde de posición en un acto público, etc.