Alberto Chicote se hizo un nombre como buscador de desastres culinarios en Pesadilla en la Cocina. Restaurantes que llamaban al televisivo chef para que les ayudara a mejorar la gestión de sus negocios, en ruina y decadencia. En la mayoría de los sitios visitados por el equipo del chef de las camisas coloridas que tan famosas se hicieron, el patrón era el mismo: negocios con mucho potencial para salir adelante, gestionado de forma deficiente con comida congelada o directamente en mal estado; cocinas que mejor no saber que existen, y trabajadores a la gresca y con carácter que daban mucho juego con el propio carácter del chef. Todos conseguían superar esa mala racha y comenzar a funcionar… aparentemente. Pues no todos los restaurantes remodelados por Alberto Chicote en el programa de La Sexta han tenido final feliz, lo que ha llevado a poner en duda su capacidad para ejercer de coach de negocios de restauración.
1HAY HASTA UNA ASOCIACIÓN DE AFECTADOS POR PESADILLA EN LA COCINA
Tal ha sido el desencanto que provocó el paso de Alberto Chicote y su equipo del programa en hasta 21 restaurantes que se han unido para demandar al programa por el daño causado a sus negocios, reventando incluso el cómo se han hecho con casos tan dramáticos.
Según la denuncia interpuesta «en el 90% de los casos los locales no llaman al programa, sino que es el programa el que localiza anuncios de traspaso de restaurantes y llaman insistentemente para que participen. En los primeros contactos, la productora da a los propietarios las directrices de en qué consistirá su paso por el programa. Es entonces cuando les comentan que tendrán que dramatizar la situación de su local con el fin de que surja el caos y la polémica para que el programa tenga tirón».
Otros participantes aseguran que, al menos en sus locales, era todo tal cual se vio en televisión. Sea un montaje o una realidad, lo que sí se ha confirmado es que solo 21 de los 74 que participaron, les ha ido bien.